Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 1 Tesalonicenses 5:23.
Del Tema: “Débil Apreciación De La
Expiación Y De Las Cosas Eternas. El Que Fuma No Puede Ayudar A Los Borrachos, y El Poder
Esclavizador Del Tabaco. Y Dios Requiere Que Su Pueblo Sea Templado En Todas
Las Cosas.
El apóstol
nos suplica: “Así que, hermanos, os ruego por las
misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo,
santo agradable a Dios, que es vuestro culto racional” Rom. 12:1
Cuando practicamos un régimen
de comida y bebida que disminuye el vigor mental y físico,
o somos
hechos presa de hábitos que tienden hacia ese resultado, deshonramos a Dios, porque le robamos el servicio que él
exige de
nosotros. Los que adquieren y fomentan el apetito artificial
por el tabaco, lo hacen a expensas de la salud. Están destruyendo la energía nerviosa,
cercenando la fuerza vital y sacrificando la
fortaleza mental.
Los que profesan ser seguidores de Cristo y tienen este terrible pecado en la puerta, no pueden tener una elevada apreciación de la expiación y una alta estima de las cosas eternas.
Las mentes que están ofuscadas y
parcialmente paralizadas por sustancias malsanas, son vencidas fácilmente por la tentación, y no pueden gozar de la comunión con Dios. (Temp. 57)
Los que fuman tienen argumentos muy pobres para disuadir al adicto al
alcohol. Dos tercios de los borrachos de nuestro país contrajeron el vicio del
licor por causa del hábito de fumar.
Los que
aseguran que el tabaco no les perjudica pueden convencerse de su error
absteniéndose del mismo durante unos pocos días: los nervios agitados, la cabeza aturdida y la
irritabilidad que sienten les probarán que esta complacencia pecaminosa los ha
reducido a la servidumbre. Ha vencido el
poder de su voluntad. Son esclavos de un vicio terrible en sus resultados... Dios requiere que su pueblo sea
templado en todas las cosas.
El ejemplo de Cristo, durante su largo ayuno en el desierto,
debería enseñar a sus seguidores a rechazar a Satanás cuando viene bajo el
disfraz del apetito.
Entonces podrían tener influencia para reformar a los que han
sido extraviados por la indulgencia, y han perdido el poder moral para vencer la debilidad y
el pecado que han tomado posesión de ellos.
Así los
cristianos pueden asegurarse su salud y felicidad en una vida pura y bien
ordenada, y con una mente clara y sin mancha delante de Dios. The Signs of the Times, 6 de enero de 1876. Ver
también La Temperancia 57,64,54,142. [305]
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