Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre
vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que
piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada
uno. Romanos 12:3.
Vivan
para algo además del yo. Si sus motivos son puros y abnegados, si siempre están buscando el trabajo que alguien
debe hacer, si
siempre están atentos para
mostrar atenciones bondadosas y actos de cortesía, inconscientemente están
edificando su propio monumento.
En
la vida de hogar, en la iglesia y en el mundo están representando a Cristo en
carácter. Esta es la obra que Dios nos invita a
todos... a realizar...
Que sus aspiraciones y motivos sean puros. En cada transacción comercial, sean estrictamente honrados. Aunque se sientan tentados, no engañen ni mientan en lo más
mínimo.
A veces un impulso natural puede tentar a alejarse del camino recto de la
honradez, pero no varíen ni en el grosor de un cabello.
Si en algún asunto han hecho una declaración acerca
de lo que harán, y después descubren que han favorecido a otro contra sus propios intereses, no se alejen ni un milímetro del
principio. Cumplan su convenio.
Al tratar de
cambiar sus planes, demostrarán que no son dignos de confianza. Y si se desdicen en las
pequeñas transacciones, también lo harán en
las de mayor cuantía. En tales circunstancias, algunos se
sienten tentados a engañar, diciendo: “No me
comprendieron. Han hecho decir a mis palabras más de lo que yo quería”.
La verdad es que en realidad querían decir lo que dijeron, pero, perdido el buen impulso, quisieron anular su convenio para que no les resultara perjudicial. El Señor quiere que hagamos justicia, que amemos la misericordia, la verdad y la rectitud...
Los hombres y las mujeres están destituidos de las virtudes de carácter requeridas para edificar la iglesia. No son capaces de trazar métodos y planes de un carácter saludable y sólido. Son deficientes en las mismas calificaciones que son esenciales para la prosperidad de la iglesia.
Es esta clase de educación la que
necesita cambiarse por
una educación que sea firme y sensible, en armonía con
los principios de la Biblia. Manuscript
Releases, 343,344. Ver Conducción del Niño, 142. [186]
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