Entonces dijo Daniel a Melsar, que estaba puesto por el jefe de los eunucos sobre Daniel, Ananías,
Misael y Azarías: Te ruego que
hagas la prueba con tus siervos por diez días, y nos den legumbres a comer, y
agua a beber. Compara luego nuestros rostros con los rostros de los
muchachos que comen de la ración de la comida del rey, y haz después con tus
siervos según veas. Consintió,
pues, con ellos en esto, y probó con ellos diez días. Y al cabo de los
diez días pareció el rostro de ellos mejor y más robusto que el de los otros
muchachos que comían de la porción de la comida del rey. Daniel 1:11-15
“A estos
cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las
letras y las ciencias; y Daniel tuvo
entendimiento en toda visión y sueños. Pasados, pues, los días al fin de los cuales había dicho el rey que los
trajesen, el jefe de los eunucos los trajo delante de Nabucodonosor. Y el rey habló con ellos, y no
fueron hallados entre todos ellos otros como Daniel, Ananías, Misael y Azarías;
así, pues, estuvieron delante del rey. En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les consultó, los halló diez
veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino”. Daniel 1:17-20.
Este registro
contiene mucho de importancia sobre el tema de la reforma pro salud. En la experiencia de los cuatro
jóvenes hebreos se da una lección acerca de la necesidad de
abstenerse de todos los licores embriagantes y de la complacencia del apetito
pervertido.
La posición
que tomaron esos jóvenes hebreos fue vindicada, y al fin de los diez días se los encontró más hermosos y mucho mejor en
conocimiento que todo el resto de los jóvenes a quienes estaba examinando el rey.
En nuestros días, el Señor se
complacería si los que se están preparando para la futura vida inmortal siguieran el ejemplo de Daniel y sus compañeros al procurar mantener la
fuerza del cuerpo y la claridad de la mente.
Cuanto más
cuidadosos aprendamos a ser al tratar nuestros cuerpos, más rápidamente seremos
capaces de evitar los males que están en el mundo por causa de la
concupiscencia...
Preguntémonos: “¿Cuál
es el propósito de la educación superior?” ¿No es que podamos estar en una
recta relación con Dios?
La prueba de toda educación
debería ser: ¿Es conveniente para nosotros mantener
nuestra mente fija sobre el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo
Jesús?...
Debemos Aprender
Cómo Nivelar El Trabajo Hecho Por El Cerebro, Los Huesos Y Los Músculos.
Si usted pone a trabajar las facultades de la mente, recargándolas con cargas
pesadas, mientras no hace ejercicio con sus
músculos, ese proceder contará su historia tan seguramente como el sabio proceder de los jóvenes hebreos contó su
historia.
Los padres deberían seguir una conducta consistente en la educación de sus hijos. Debe enseñarse a nuestros jóvenes desde su misma niñez a ejercitar de una manera proporcionada el cuerpo y la mente.
The General Conference Bulletin, 30 de mayo de 1909.
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